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Negar la realidad para poder (sobre)vivir en México, Israel... y otros lugares

Asesinatos de periodistas y defensores de DDHH en México se suceden como sonido de lluvia que suena a lo lejos, algo cotidiano que simplemente sucede, junto con centenares de crímenes que se silencian como algo cotidiano, parte del paisaje mental incorporado en nuestro psiquismo. ¿Cómo una sociedad puede seguir funcionando sin que éstas aberraciones la paralicen? Algunas explicaciones psicológicas nos dan la respuesta, a partir de cierta "negación de la realidad" para poder (sobre)vivir.


 
Especialistas Psy Geist








Según la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en 2024 una decena de personas defensoras de DDHH, entre ellos seis periodistas y dos trabajadoras de medios de comunicación, fueron asesinadas en posible relación con su labor en México.

Esto es sólo información que resalta una organización internacional. Sin embargo, más allá del tristemente suceso de Ayotzinapa, con los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, lo cierto es que permanentemente la sociedad está atravesada por situaciones de muerte que están normalizadas.

Normalizadas no significa "sano", sino que "es norma". Es así. Pero... ¿cómo hace una sociedad para normalizar este tipo de sucesos? Estando en Playa del Carmen, ciudad turística, unos señores "levantaron" a unos comensales situados a un par de mesas de la nuestra. No lo percibimos, sino hasta escuchar en las noticias que la policía había logrado rescatarlos del baúl de un automóvil, antes de ser ejecutados.

Este tipo de hechos sucede, como algo normal, así como se van normalizando en otras ciudades, como Rosario, Argentina.

Sin embargo, podemos cambiar de continente, e irnos a Israel, permanentemente bajo ataque de misiles, defendidos por el ya famoso Escudo de Hierro, más allá del fatídico 7 de octubre de 2023. Más allá del 7/10, los israelies vivían como algo "normal" el estar bajo ataque casi permanente por sus enemigos dispuestos a la aniquilación total del pueblo hebreo.

De un continente a otro, distintas situaciones, que enfrentan a los seres humanos con situaciones de riesgo que deben, de alguna manera, dejar a un lado para poder seguir adelante con las tareas rutinarias cotidianas: trabajar, enseñar, aprender, criar... jugar.

Esto no se logra sino es con una defensa psicológica. Así como en nuestra existencia debemos colocar un velo, una suerte de cortina frente al destino final de cada ser humano, la muerte, la sociedades también se las arreglan para continuar adelante denegado un poco esta estación terminal.

¿Hasta que punto puede ser patológica esta defensa, en términos sociales?

Es indudable que muchas veces nuestro psiquismo recurre a la negación como una forma de protegernos emocionalmente. Puede servir como alivio circunstancial para continuar con algunas actividades, pero si este tipo de defensa continúa, se vuelve patológica porque escinde, aparta, una porción de la realidad que nos circunda.

Incluso se la puede aceptar parcialmente, distorsionándola, minimizándola, o adoptándose defensas maníacas en el sentido de "eso a mi no me afecta, eso a mí no me pasará".

Una defensa maníaca implica un desconocimiento activo de las limitaciones de cada ser humano, incluye la desestimación de una parte de la realidad circundante, o de toda.

Diferente es una estrategia para desviar la atención momentáneamente, con el fin de seguir vitales. ?
 





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Según la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en 2024 una decena de personas defensoras de DDHH, entre ellos seis periodistas y dos trabajadoras de medios de comunicación, fueron asesinadas en posible relación con su labor en México.

Esto es sólo información que resalta una organización internacional. Sin embargo, más allá del tristemente suceso de Ayotzinapa, con los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, lo cierto es que permanentemente la sociedad está atravesada por situaciones de muerte que están normalizadas.

Normalizadas no significa "sano", sino que "es norma". Es así. Pero... ¿cómo hace una sociedad para normalizar este tipo de sucesos? Estando en Playa del Carmen, ciudad turística, unos señores "levantaron" a unos comensales situados a un par de mesas de la nuestra. No lo percibimos, sino hasta escuchar en las noticias que la policía había logrado rescatarlos del baúl de un automóvil, antes de ser ejecutados.

Este tipo de hechos sucede, como algo normal, así como se van normalizando en otras ciudades, como Rosario, Argentina.

Sin embargo, podemos cambiar de continente, e irnos a Israel, permanentemente bajo ataque de misiles, defendidos por el ya famoso Escudo de Hierro, más allá del fatídico 7 de octubre de 2023. Más allá del 7/10, los israelies vivían como algo "normal" el estar bajo ataque casi permanente por sus enemigos dispuestos a la aniquilación total del pueblo hebreo.

De un continente a otro, distintas situaciones, que enfrentan a los seres humanos con situaciones de riesgo que deben, de alguna manera, dejar a un lado para poder seguir adelante con las tareas rutinarias cotidianas: trabajar, enseñar, aprender, criar... jugar.

Esto no se logra sino es con una defensa psicológica. Así como en nuestra existencia debemos colocar un velo, una suerte de cortina frente al destino final de cada ser humano, la muerte, la sociedades también se las arreglan para continuar adelante denegado un poco esta estación terminal.

¿Hasta que punto puede ser patológica esta defensa, en términos sociales?

Es indudable que muchas veces nuestro psiquismo recurre a la negación como una forma de protegernos emocionalmente. Puede servir como alivio circunstancial para continuar con algunas actividades, pero si este tipo de defensa continúa, se vuelve patológica porque escinde, aparta, una porción de la realidad que nos circunda.

Incluso se la puede aceptar parcialmente, distorsionándola, minimizándola, o adoptándose defensas maníacas en el sentido de "eso a mi no me afecta, eso a mí no me pasará".

Una defensa maníaca implica un desconocimiento activo de las limitaciones de cada ser humano, incluye la desestimación de una parte de la realidad circundante, o de toda.

Diferente es una estrategia para desviar la atención momentáneamente, con el fin de seguir vitales. ?
 






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